Usando Economía del Comportamiento para reducir la anemia
Aproximadamente uno de cada dos niños menores de dos años en los municipios más pobres de El Salvador padece anemia. De no tratarse, la anemia puede provocar deterioro en la capacidad cognitiva, una mayor susceptibilidad a infecciones y en el largo plazo pérdidas en la capacidad productiva (Hass y Brownlie, 2001; Horton y Ross, 2003 ). Ante esta situación, en el marco de la Iniciativa Salud Mesoamérica (ISM) en El Salvador se introdujo en el país el uso de los micronutrientes en polvo como un tratamiento preventivo costo-efectivo (Zlotkin et al, 2005; De-Regil et al, 2011) para reducir la prevalencia de anemia en niños de 6 a 23 meses, periodo donde son más susceptibles a desarrollarla. Esto se acompaño de una serie de estrategias de distribución de los micronutrientes a las madres/cuidadores, de educación sobre la importancia del tratamiento, la manera de preparación, la forma de administración, y de seguimiento al tratamiento mediante visitas domiciliares de promotores y materiales didácticos. Con estas estrategias se ha logrado que 82% de las madres de los niños(as) elegibles reciban los sobres necesarios para el tratamiento y que básicamente todos ellos lo inicien. Sin embargo, uno de los retos que permanecen es la adherencia completa al tratamiento de micronutrientes, ya que sólo 24 por ciento de las madres reporta haber dado a sus hijos(as) el tratamiento completo en los últimos seis meses (ISM, 2018). El tratamiento requiere 3 ciclos de seis meses cada uno donde los niños(as) deben de consumir los micronutrientes diariamente por 2 meses, descansar 4 meses e iniciar un nuevo ciclo después del periodo de descanso. En este contexto, se esta diseñado en conjunto con el Behavioral Insights Team (BIT) del Reino Unido una intervención que utilicé las ciencias del comportamiento para incrementar la adherencia al tratamiento de micronutrientes y así poder incidir sobre la prevalencia de anemia.
Se espera tener el diseño de la intervención y la propuesta de evaluación finalizado para finales del 2018. Para el diseño de la intervención se está trabajando en conjunto con el BIT, con quienes se tendrá un taller a inicios de noviembre para discutir y desarrollar diferentes opciones de intervención utilizando herramientas de las ciencias del comportamiento. La discusión estará informada por datos de encuestas de hogares en la zona de intervención recolectada con anterioridad y trabajo cualitativo que se ha realizado para entender las barreras que enfrentan las madres y cuidadores para poder mantener la adherencia al tratamiento.