Mejorando el conocimiento sobre las habilidades propias para la selección de escuela en México
Desde 1996, la Comisión Metropolitana de Instituciones de Educación Secundaria Superior (COMIPEMS) ha centralizado la admisión a educación secundaria superior pública en el área metropolitana en Ciudad de México. Esta comisión incluye nueve instituciones de educación pública que asignan estudiantes a escuelas según los resultados obtenidos en un examen único estandarizado de desempeño.
En la mitad del año escolar, los estudiantes cursando el último año de escuela media reciben un booklet que incluye un calendario señalando el proceso de aplicación en las instituciones correspondientes, así como una lista de escuelas disponibles y sus características básicas (lugar, modalidad, especialidad, en caso de que aplique). El COMIMPEMS publica en su sitio web los puntajes de corte pasados para cada opción en las tres rondas previas.
Los estudiantes se registran entre finales de febrero y principios de marzo. El examen de admisión se lleva a cabo en junio y la asignación en julio. La comisión les exige entregar sus preferencias de escuelas antes de la aplicación del examen argumentado que esto ayuda a que planeen con tiempo la oferta de puestos en cada una.
Adicionalmente, el sistema educativo en México ofrece tres modalidades educativas: General o Académica, que incluye escuelas tradicionales que están enfocadas en preparar a los estudiantes para la educación superior; Técnica, que incluye escuelas que cubren la mayoría del currículo de las académicas pero también proveen cursos adicionales que permiten al estudiante convertirse en técnicos al finalizar la escuela superior; y Vocacional, la cual entrena a los estudiantes exclusivamente para convertirse en técnicos profesionales.
Existe evidencia en la literatura que apunta al efecto negativo que tiene el exceso de confianza en el ámbito educativo. Esto es importante porque las percepciones erróneas de los jóvenes sobre su propio talento y habilidades pueden llevar a que tomen decisiones con altos retornos promedio, pero bajos retornos al individuo en particular.
El experimento se enfoca en una sub-muestra de aspirantes potenciales que vienen de los barrios más vulnerables. Estos estudiantes tienen menor probabilidad de acceder a señales informativas previas sobre su potencial académico. Aunque los cursos preparatorios son relativamente populares en este contexto, la oferta es principalmente privada y requiere gastos que los estudiantes más pobres a veces no pueden cubrir.
El experimento administra una versión de la prueba de admisión suministrada por los investigadores y genera distribuciones de probabilidad subjetiva (tanto previo como posterior) del desempeño de los individuos, siendo especialmente cuidadosos de medir los primeros dos momentos de la distribución de creencias para probar las predicciones especificas derivadas de un modelo simple de escogencia de senda con agentes Bayesianos.
El diseño también incluye un grupo de control puro de aspirantes que no tomaron la prueba para distinguir el efecto de tomarla y el efecto de recibir retroalimentación sobre el desempeño. Se le comunica los resultados a un subconjunto de los estudiantes para observar cómo el choque de información afecta sus expectativas de habilidad académica subjetiva, la escogencia de tipo de escuela y luego sus trayectorias educativas.
Hay discrepancias importantes entre el desempeño real y el esperado en el examen. Proveer retroalimentación sobre el desempeño individual en el examen, reduce sustancialmente esta brecha. Consistente con la actualización Bayesiana, los aspirantes que reciben retroalimentación negativa (positiva) relativo a sus expectativas antes del tratamiento ajustan sus creencias posteriores promedio hacia abajo (arriba), y este efecto es más pronunciado para los que tienen un sesgo inicial más alto. Independientemente de la dirección de la actualización, el tratamiento reduce la dispersión en la distribución individual de creencias.
Además, el experimento encontró un incremento en el porcentaje de escuelas académicas en el portafolio de los aspirantes que reciben retroalimentación positiva y viven en municipalidades con requerimientos de graduación menos estrictos. También encontraron una reducción simétrica en la demanda por opciones académicas entre los que reciben retroalimentación negativa y que viven en municipalidades con requerimientos de graduación más estrictos.
En general, proveer retroalimentación genera un cambio en las preferencias reveladas en las modalidades educativas que lleva a una correlación más alta entre la habilidad académica, medida por el score individual en el examen suministrado por los investigadores, y la proporción de escuelas académicas escogidas. Aún más, estos cambios en preferencias se traducen en resultados de asignación real a escuelas a través del mecanismo empleado por ciudad de México. Además, las tasas de deserción a final del primer año en escuela superior tienden a bajar para los aspirantes afectados por la intervención, aunque este efecto no es significativo estadísticamente.