Papás al Día, el uso de SMS para mejorar la comunicación padre-escuela en Chile
Para este experimento, los investigadores Samuel Berlinski, Matias Busso, Taryn Dinkelman, y Claudia Martinez trabajaron sobre el hecho que la deserción escolar y la repetición de grado por los estudiantes son dos de los más grandes retos que enfrentan los sistemas educativos en países de medianos ingresos. Como bien señalan en su trabajo, en América Latina y el Caribe, solo 46% de los estudiantes se gradúan de la escuela secundaria a tiempo, y solo el 53% de las personas jóvenes entre 20 y 24 años han culminado sus estudios a este nivel (UNFPA and ECLAC 2011).
Así, los investigadores también apuntan a que otros en su campo han encontrado que las faltas a la escuela, la mala conducta, y las notas decadentes son señales de repetición de grado y deserción escolar a futuro. Debido a que las escuelas guardan registro sobre este tipo de información, Berlinski, Busso, Dinkelman, y Martinez, se preguntaron si la comunicación entre escuelas y padres sobre el desempeño de los estudiantes podría ayudar a que las familias mejoraran el rendimiento escolar de sus hijos.
Para esta intervención, Berlinski, Busso, Dinkelman, y Martinez condujeron un experimento aleatorio con aproximadamente 1.500 estudiantes cursando desde 4to hasta 8vo grado en ocho escuelas del municipio de Peñalolén en Santiago, Chile. Evaluaron el efecto de digitalizar los récords sobre desempeño académico de los estudiantes en cuanto a asistencia, notas, y comportamiento, y comunicar esta información a los padres utilizando mensajes de texto (SMS) una vez por semana. El experimento se llamó “Padres al día”, y se llevó a cabo por un año y medio, tiempo durante el cual se utilizó como base data administrativa y de encuestas, y se hicieron cortes para evaluar el impacto cada cinco meses. Tratamiento: padres que recibieron mensajes de texto con información sobre asistencia, comportamiento y notas de los estudiantes una o dos veces a la semana.
Control: padres que recibieron la comunicación normal de las escuelas. También recibieron un par de mensajes de texto neutrales con información sobre eventos escolares generales.
Además de hacer el tratamiento de SMS aleatorio, los investigadores también hicieron aleatoria la cantidad de estudiantes que fueron tratados a nivel del aula de clases (algunas teniendo un 75% de los estudiantes en el grupo de tratamiento y otras teniendo 25%). Con esto, quisieron medir el efecto dominó del experimento teniendo en cuenta dos escenarios: 1) los padres podrían comenzar a compartir información y tener un efecto en las normas sociales sobre cuánto debían involucrarse en ayudar o monitorear a los hijos en la escuela; 2) el comportamiento de los estudiantes en tratamiento podría influenciar a sus compañeros, por ejemplo: la utilidad de faltar a clases podría depender de cuántos de tus amigos también falten.
El experimento tuvo resultados inmediatos después de los primeros cinco meses, al finalizar el primer año escolar:
- El promedio cumulativo de notas de matemática subió un 0,09 para los estudiantes que recibieron el tratamiento con SMS en comparación con el grupo de control. - La probabilidad de obtener una nota suficiente para pasar matemática aumentó en 2,8 puntos porcentuales (relativo a una media de 90%). - El hecho de ser parte del grupo de tratamiento incrementó la probabilidad de que los estudiantes obtuvieran una asistencia mayor del 85% mínimo requerido para pasar de grado en 6,6 puntos porcentuales. - La cantidad de estudiantes con mal comportamiento (hostigamiento o violencia verbal y/o física) disminuyó 1,25 puntos porcentuales. - El tratamiento de recibir SMS aumentó la posibilidad de que los estudiantes pasaran de grado a final del año escolar por 2,9 puntos porcentuales.