Orientando a las mujeres hacia la escogencia de carreras STEM
México prácticamente eliminó la brecha de género en cuanto a la educación. Más del 90% de las mujeres en edad de secundaria están inscritas en el sistema educativo, comparado con el 84% de hombres. Además, el 21% de las mujeres entran a la educación avanzada a los 18 años, mientras que para los hombres este porcentaje se encuentra en el 18%.
A pesar de esta situación, la brecha de género en el ámbito de trabajo sigue siendo sustancial. Los datos de encuestas a los hogares revelan que, la participación en la fuerza laboral entre hombres en edad de trabajar es de 34 puntos más alta que la misma cifra para las mujeres (84 vs 50 por ciento, respectivamente). Además, en promedio, las mujeres registran ganancias 15 puntos porcentuales por debajo que los hombres, aún después de controlar para características personales tales como la educación. Según la OECD y otros estudios sobre México, la brecha salarial es resultado de que las mujeres se concentran en ocupaciones y sectores tradicionalmente de baja remuneración, incluyendo la salud, asistencia social, educación, y trabajos administrativos. Adicionalmente, en el caso de México, a pesar de algunas mejorías en los niveles de educación, las mujeres continúan enfrentando barreras culturales y de estereotipos de género que tienden a restringir su inserción al mercado laboral.
Una hipótesis para explicar este patrón de segregación de género es que la información limitada sobre las oportunidades dentro de los mercados laborales, asociadas a campos de estudio diferentes, causa que tanto las mujeres como los hombres tomen decisiones sobre la educación y la carrera que se ajustan a los roles y estereotipos de género más tradicionales; en vez de escoger áreas de estudio asociadas con mejores oportunidades dentro de los mercados laborales.
A pesar de que hay varias y complejas razones para la sub representación de mujeres en campos de STEM, parece que hay tres factores que importan más que nada:
1. Las aspiraciones se amoldan por normas sociales y expectativa de los padres. 2. Los modelos a seguir y los mentores son escasos. 3. La falta de información afecta la decisión de las mujeres para entrar a campos de estudio dentro de los STEM. "
Para explorar la importancia de estos factores, el Ministerio de Educación de México en conjunto con el BID están llevando un proyecto piloto que consiste en generar conocimiento sobre el posible impacto que proveer información pueda tener en las decisiones de estudio.
La intervención se está llevando con alumnos del último año de secundaria. Una primera parte de la intervención se llevó entre abril y septiembre de 2016, con 5.160 alumnos de 38 escuelas escogidas al azar. En esta intervención, el grupo de control recibió la información utilizando una plataforma electrónica interactiva por 45 minutos. El contenido de la plataforma incluye razones para continuar estudiando, un test vocacional, ejemplos de carreras del futuro, una lista de carreras que se ofrecen en México clasificadas por universidades y estados, e información sobre el mercado laboral relacionada con las diferentes ocupaciones. Los datos sobre los estudiantes se recolectaron antes de la intervención, y después, tuvieron que registrarse para tomar exámenes de admisión en diferentes universidades.
Ahora, el Ministerio de Educación y el BID están planificando una segunda parte para ampliar el experimento, aumentando el tamaño de la muestra a 100 escuelas (50 en tratamiento, 50 en control), comenzando la intervención con estudiantes más jóvenes, alargando la duración del programa, desarrollando un pensum, proveyendo entrenamiento para los docentes y aumentando el enfoque de género con respecto a las carreras STEM.
Durante esta segunda fase, también se enviarán dos tipos de cartas para atacar dos cuellos de botella entre las mujeres dentro del 30% de promedio más alto de la clase; la primera carta busca atacar los estereotipos, y la segunda la falla de información.
La intervención tuvo un efectivo modestamente significativo en términos de aumentar el porcentaje de estudiantes, tanto mujeres como hombres, que cambiaron sus opciones de estudio hacia carreras con un mayor porcentaje de alumnos hombres. Sin embargo, para las mujeres, no hubo signos de cambios de elección de carrera hacia las que tienen mayor prospecto de crecer en el futuro (las STEM).